Espai 13, Fundació Joan Miró Barcelona, 1996
En esta instalación la geografía del mundo se confunde con la geografía del individuo. Cuatro plantillas de plástico perfilan las figuras de un hombre y una mujer, de sus montañas, ríos, provincias y ciudades. Tres grandes mapas dejan entrever al otro lado, en un espejo, la imagen del espectador dentro de esta geografía imaginaria.
Las líneas de la geografía son los trazos realizados por el ir y el devenir de los individuos: un imaginario.
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